Te miras en un espejo y no te gusta lo que ves. Tienes cierta edad y la gente te calcula cinco o seis años más, piensas que el siguiente paso es ahorrar durante un buen tiempo para ver qué arreglo puedes hacerte o, simplemente, te resignas y en lugar de darte amor propio, empiezas a descuidarte…
Aunque te cueste trabajo creerlo, la solución no está en productos cosméticos de costos altísimos ni en procedimientos estéticos prematuros, sino en pequeños cambios que, con constancia y disciplina, pueden llegar a dar resultados que jamás habrías imaginado.
Puede ser que los hayas escuchado en otras partes, pero ¿los has puesto en práctica? Que no sean inmediatos no quiere decir que no sean efectivos. Al contrario: son pequeños pasos que van construyendo una base sólida de auto cuidado de la que te sentirás muy orgullosa el día en que veas resultados.
Nútrete, tu cuerpo no es un basurero
¿Sabías, por ejemplo, que gran parte de cómo se ve y se siente tu piel tiene que ver con tu alimentación? Por eso hay algunas personas a las que les salen granitos si comen chocolate de más o suben su ingesta de grasa de un momento para el otro. Para ver resultados importantes en la textura de tu piel:
Toma entre dos y tres litros de agua al día. Si no te hace muy feliz, toma un litro de agua simple y el otro litro de agua de Jamaica o limón sin azúcar. ¡Ah! Y bájale a los refrescos, al azúcar y a la sal.
Licua 2 kiwis, el jugo de un limón, 1 manojo de espinaca y 1/2 taza de agua. Pruébalo durante 30 días y prepárate para notar la diferencia.
¡Mueve el cuerpo! 30 minutos al día de ejercicio son más que suficientes para promover la circulación
Hazte un gran favor y ¡desmaquíllate!
Ésta es una norma que no puedes olvidar jamás. El irte a la cama sin lavarte la cara y, peor aún, sin desmaquillarte, acelera el envejecimiento de maneras increíbles:
Corres el riesgo de que tus ojos se irriten o se infecten con mayor facilidad.
Salen puntos negros (si ya tienes, siempre pueden salir más).
Se adelgazan las pestañas y aparecen las muy odiadas patas de gallo alrededor de los ojos.
Como tu piel no puede deshacerse de forma natural de las células muertas porque hay una capa de algo externo que se lo impide, los poros se tapan y pueden darse graves problemas de acné.
Lo más grave de esto es que tu piel se va a la cama con todos aquellos agentes tóxicos que absorbió de la ciudad en donde vives, lo cual, en palabras del doctor Rodrigo Carazo, cirujano del hospital Ángeles Metropolitano, causa que el colágeno de tu piel se desgaste más pronto y que, en consecuencia, envejezcas prematuramente. Esto además de resequedad, folículos capilares tapados, quistes oculares por no remover el rímel, entre muchísimas otras manifestaciones de tu piel pidiendo ayuda (¡y limpieza!). Para las noches de desvelo o en las que tiene pocas ganas de un ritual largo, puedes ser práctica y usar las Toallas Desmaquillantes Nuvel. Si quieres conocer más sobre lo que le puede pasar a tu piel si no te desmaquillas, haz clic aquí.
Protégete de los rayos UV
No importa si está nublado, si vives en ciudad o si pasas prácticamente todo el día en interiores: en estos tiempos es de suma importancia proteger tu piel y la de los miembros de tu familia con bloqueador solar todos los días. Tanto Nuvel Suncare como Nuvel Suncare Kids pueden usarse diariamente; su poderosa fórmula previene los daños causados por las radiaciones solares, además de ser resistentes al agua y no contener parabenos.
No subestimes partes como tu cuello, tus pies y tus manos
Es una realidad: a veces nos olvidamos de que existen, pero al final del día forman parte de quienes somos. ¿A poco no es lindo saber que traes las manos arregladas, el cuello hidratado y los pies bonitos? ¡No los olvides! Mete a tu bolsa una crema de manos como Nuvel Piel Seca, con aceite de argán, y aplícala cada vez que se te ocurra. En cuanto al cuello, te recomendamos aplicar Crema Nuvel Protección Intensa Anti-Edad, con agua de rosas y Q10, en la mañana y en la noche. Para los pies, nada mejor que una loción refrescante, como Nuvel Refrescapiés, al final de un día largo.
Encuentra un ritual de limpieza y cuidado que se
adapte a tu ritmo de vida
Hay quienes odian ponerse un producto tras otro y que prefieren una rutina de limpieza en dos pasos. También hay personas que tienen una especial fascinación por dejarse el rostro rechinando de limpio, hidratado, protegido y con una mascarilla diferente cada noche. Si estás en el grupo de los que llegan a casa con ganas de meterse a la cama, diseña una rutina donde desde temprano se quede todo listo para ser usado. Deja los productos organizados por pasos:
Paso #1. Retira el maquillaje con una toallita o desmaquillante bifásico adecuado a tu tipo de piel.
Paso #2. Lávate la cara suavemente con un gel limpiador.
Paso #3. Aplica un poco de Tónico Facial Astringente para quitar el exceso de grasa en tu piel.
Paso #4. Pasa un algodón con Agua Micelar Nuvel por toda tu cara.
Paso #5. Aplica una crema hidratante y de contorno de ojos.
Paso #6. Tres veces a la semana intenta aplicar una mascarilla facial para consentir tu piel y relajarte.
Ningún producto actuará como debe si no haces tú parte del trabajo. Así que tómate una foto antes de comenzar y no vuelvas mirarla hasta que termine el reto. Haz estos pequeños cambios durante 30 días, conviértelas en hábitos y dedícate a vivir. En el día 31 tómate otra foto y compárala con la del día 1. ¿Qué diferencias notas? ¿Cuánto más te gusta lo que ves? ¿Cuánto más enamorada te sientes de ti?