Asumir que tenemos la piel seca cuando en realidad está deshidratada, es un error que cometemos comúnmente. Al enfocarnos en un padecimiento equivocado, los remedios que aplicamos sirven de poco y muchas vemos nos llevan a enfrascarnos en una lucha contra nuestra propia piel porque parece no reaccionar a todo lo que le damos. Pero, ¿qué es lo que estamos haciendo mal y cómo podemos remediarlo? Empecemos por señalar la gran diferencia Una piel seca corresponde a un TIPO de piel: carece de aceite porque produce menos grasa de lo normal y necesita humectarse. Por otra parte, una piel deshidratada corresponde a una CONDICIÓN o padecimiento: carece de agua y necesita hidratarse.
Piel deshidratada
Puede ser experimentada por cualquier persona con cualquier tipo de piel (puedes tener el rostro seco y deshidratado, también puedes tenerlo graso y deshidratado). Digamos que cuando hay falta de agua en el cuerpo también la piel sufre las consecuencias y que si los niveles de agua se agotan en el interior, seguramente se manifestarán de alguna forma en el exterior.
Pero, ¿qué causa la deshidratación?
Muchos factores, aunque los más comunes son el clima, el ambiente, nuestra alimentación, el consumo de alcohol y cafeína.
Sintomas:
Tu piel se siente grasosa y seca simultáneamente.
Tu piel tiende a cambiar la textura según el entorno, los productos que usas y según lo que comes.
Tienes brotes de acné ocasionales e inesperados.
Tu piel se ve opaca y se descama fácilmente.
Notas arrugas y/o líneas de expresión más exageradas, incluso en lugares donde no recordabas que las tenías.
Experimentas comezón.
¡Mueve el cuerpo! 30 minutos al día de ejercicio son más que suficientes para promover la circulación
Si aún no te has convencido, ¡haz la prueba de pellizco!
Pellizca tu piel entre dos dedos. Si vuelve a su forma natural de inmediato, significa que estás bien hidratada. Si se queda arrugada y tarda más en regresar, es probable que estés deshidratada. Recuerda que tu piel no tiene que estar seca para deshidratarse: ¡los tipos de piel mixta y grasa también pueden experimentar deshidratación!
Cómo tratar la piel deshidratada
Asegúrate de beber agua en cantidades abundantes todos los días.
Incorpora alimentos ricos en agua en tu dieta, como sandía, fresas, pepino y apio.
Evita lavarte la cara con agua extra caliente, ya que puede resecar tu piel porque abre los poros y permite que la humedad escape de tu cuerpo.
Si ves que tu rostro está súper deshidratado, límpialo bien y aplica un poco de Vaselina para Bebé Nuvel. Deja actuar por una hora; después pasa un algodón con Agua Micelar Nuvel y continúa con tu rutina de belleza nocturna.
Utiliza productos tópicos ricos en agua para que tu cuerpo entero absorba sus ingredientes y disfrute de sus beneficios.
Nuestros favoritos para hidratar son la Crema con Antioxidantes Nuvel, la Crema con Sábila y Pepino Nuvel y la Crema con Miel y Avena Nuvel.
Piel seca
Como lo mencionamos al principio, la piel seca es un tipo de piel, tal como la piel grasa o mixta, donde lo que le falta es aceite o lípidos –NO agua–, por lo que adquiere una apariencia más escamosa y árida.
Características
Todo tu cuerpo se siente seco y necesitas estarlo humectarlo constantemente.
No acumulas sebo (aceite) natural fácilmente.
Siempre has tenido la piel seca
Tu piel se siente irritada, escamosa y tirante.
Cómo humectar la piel seca
Las personas con este tipo de piel son más susceptibles a los signos de envejecimiento, así que asegúrate de aplicar productos que tengan grasas naturales de base, como la Crema con Aceite de Almendras Dulces Nuvel, la Crema con Aceite de Argán Nuvel y la Crema con Manteca de Karité Nuvel. ¡No olvides darle atención extra a tus manos! Mete a tu bolsa la Crema para Manos Nuvel y aplícala varias veces al día. La clave para tratar la piel seca es encontrar productos que te ayuden a retener la humedad, especialmente durante la noche. Intenta usar aceites en pequeñas cantidades y limpiadores con base de aceite (estos sellan la humedad). Un humidificador, especialmente durante los meses de invierno, es también una buena idea.
Consejo final
No importa si tu piel está deshidratada o es naturalmente seca: beber mucha agua ayudará a que brilles desde adentro. El consumo de grasas saludables como el aguacate, el aceite de oliva, el salmón y las nueces, que tienen un alto contenido de omega-3, también mejorará la salud general de tu piel. ¡Cuida lo que comes, aplica los productos correctos y verás grandes resultados en poco tiempo!